Me relaja.
Me evade.
Y me alucina ver cómo punto a punto va creciendo la labor. Estás haciendo, construyendo y creando.
Me gustaban todos los colores y todas las variedades de hilos.
Yo me decidí por este gris jaspeado.
Desde que la segunda pasada tenía claro, que por mucho que me gustase, esta toquilla no era para mí.
La tenía que regalar.
Era para esa persona tan especial que nos regala cada día su generosidad, el calor y el buen rollo que desprende.
Su buen humor.
El que siempre esté y haya estado ahí para escucharte y darte consejo.
El que este junto a nosotros desde hace tantos y tantos años. Y nos regale tantos y tantos sábados estupendos e inolvidables.
Y porque TE QUIERO...¿Qué mejor motivo?
Enlazo con MIMI de el club de las malas costureras y Oursewingworld